ARQUITECTURA E INTEGRACIÓN:

SUSTENTABILIDAD E
IDENTIDAD A TRAVÉS DEL RECORRIDO

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La arquitectura se camina, se recorre y no es de manera alguna, como ciertas enseñanzas, esa ilusión totalmente gráfica organizada alrededor de un punto central abstracto que pretende ser hombre, un hombre quimérico munido de un ojo de mosca y cuya visión sería simultáneamente circular.”
— “Mensaje a los estudiantes de Arquitectura” - Le Corbusier
 

Habiendo acumulado mucha experiencia en el diseño de infraestructura educacional durante más de 17 años, podemos afirmar que un “diseño arquitectónico apropiado” -es decir, adecuado al proyecto educacional que lo sustenta y perteneciente a la comunidad que le da sentido- estimulará el intercambio relacional de sus actores y mejorará la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Cada vez es más frecuente escuchar en los foros de educación la analogía, que caracteriza los proyectos educacionales exitosos, como una mesa que se sustenta sobre tres apoyos bien cimentados: profesores, proyecto educativo e infraestructura.

Inspirados en el enfoque pedagógico reggioemiliano, donde los ambientes físicos de aprendizaje son un territorio de prácticas sociales y educativas, que promueven un aprendizaje profundo y significativo denominado “tercer educador”, hemos ampliado su aplicación en distintos niveles educacionales, tomando en consideración las diferencias fisicas y culturales de los usuarios.

Según nuestra experiencia y registros, el diseño arquitectónico puede propiciar mejor desempeño académico. Como ejemplo, en el Liceo Técnico Profesional La Florida (2008) y en el Centro Educacional Mariano Egaña (2012) se registró una considerable baja en las agresiones psicológicas (bullying) y por ende un mayor rendimiento, mejorando las tasas de aprobación escolar anuales.

 
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Los buenos diseños empiezan con los usuarios

En nuestros primeros proyectos de infraestructura educacional pensábamos que el primer deber del encargo era con el proyecto educativo y con nuestra agenda de diseño, no con las circunstancias físicas y culturales de la comunidad educativa. El cambio de visión donde lo experiencial juega un rol fundamental, es una evolución de un orden basado en el promotor y la normativa a otro basado en el usuario y las circunstancias.

 
 
 

Centro Educacional Mariano Egaña (2010), es un Proyecto de reposición de una infraestructura existente. Por medio de los criterios de accesibilidad universal y conectividad, se integran los llenos (volúmenes) y los vacíos (espacio lúdicos), vinculando el proyecto existente con las piezas nuevas. Por medio de pliegues en la cubierta y una piel semipermeable hacia el exterior se mejoran las condiciones de habitabilidad interior y protección en los rcorridos interiores. Fotografía: Diego Achurra

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A partir de la Tesis de Magister desarrollada en 2012 por Camacho, Marsino y Morras, tomando como punto de partida la jerarquía de necesidades de Maslow, se estructuró nuestro método de diseño y reconocimos tres dimensiones de valoración del espacio físico para un “diseño arquitectónico adecuado” de infraestructura educacional:

Dimensión funcional (uso): aborda las necesidades básicas de iluminación, ventilación, temperatura, acústica, evacuación, etc., para asegurar estándares mínimos de confort y seguridad. Sobre el impacto de estos indicadores hay abundante literatura estadística que respalda su aplicación.

Dimensión estética (formal): cubre las necesidades de pertenencia y reconocimiento diseñando espacios para las relaciones sociales, de protección, confianza e identidad que promueven la pertenencia, orgullo y respeto basado en el prestigio de la comunidad.

Dimensión simbólica (significado): afronta las necesidades de trascendencia de la comunidad educativa para proyectar a través de los espacios de representación e interacción físicos o virtuales como internet, su capacidad adaptativa, creativa, colaborativa, sensible y de generación espontánea.

 
El programa era de creación completa con datos nuevos: crear un lugar donde los alumnos de la Universidad pudieran, atravesando ese camino esencial, ver desde el exterior, entrar eventualmente e inscribirse para trabajar: arte en dos dimensiones, en tres dimensiones, maquetas, esculturas, modelado, cartón y papeles recortados, etc (…)
— Le Corbusier 1910-65.
 
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Finalmente, estas dimensiones de valoración deben quedar ensambladas a través de una narrativa experiencial, una promenade architecturale que le agregue sentido y significado al habitar del cuerpo en el espacio, siendo el proyecto educacional el argumento narrativo que da cohesión.

 
 
La galería es realmente el aula de los estudiantes, donde el chico que no entendió demasiado aquello que el profesor había dicho, podría comentárselo a otro, un chico que parece tener un oído distinto, así que ambos acabarían por comprender”
— Louis Kahn
 
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A partir de esta idea, la sensibilidad que se mueve entre la racionalidad, en este caso lo requerimientos normativos para edificios de educación, el uso de la herramienta de accesibilidad universal y el interés de proponer estas dimensiones que permiten poner la atención en el usuario, resultan en un ejercicio que forma la identidad y el carácter de este tipo de proyectos. La rampa, un elemento de la arquitectura primordial, permite a través de su condición oblicua, proporcionar dinamismo, encuentro, observación y fluidez en los desplazamientos de los estudiantes.

De un tiempo a esta parte, esta condición genera una pieza fundamental en los diseños realizados por nuestra oficina, ya que permite facilitar todo tipo de relaciones humanas en el programa educacional.

 
 
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Centro Educacional Eduardo De la Barra (2014) Peñalolén, Santiago. Recorrido en torno a un gran vacío que vincula todo el programa de Educación Básica.
Fotografías: Nicolás Saieh

 
 

Nuestra aproximación, basada en la experiencia del usuario, requiere el desarrollo de nuevas herramientas y habilidades en el trabajo interdisciplinario de nuestra oficina, para observar y registrar los usos y prácticas comunitarias cuando estas existen. Por ejemplo, orquestar talleres de proyección metafórica (collage, lego, dibujo, etc.) cuando realizamos un nuevo proyecto. O dirigir talleres de diseño participativo con la comunidad a fin de reforzar el compromiso y la apropiación del proyecto. Dado lo anterior hemos podido sintetizar siete tipologías de circulaciones en nuestras propuestas:

  • Circulación como articulación de exterior con el interior.

  • Circulación como expresión de carácter.

  • Circulación como espacio de encuentro y representación.

  • Circulación como espacio de suelo continuo.

  • Circulación como vínculo entre diferentes programas.

  • Circulación como vinculo a condiciones ambientales y sustentables.

 
 
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En otra escala, entregar continuidad entre la ciudad y la escuela, es un criterio que forma parte de todos nuestros recorridos, los que se diferencian también por requerimientos programáticos, ya sean sustentables, económicos o de seguridad. Entendiendo la región en sí, como una escuela abierta, pública y transparente, tenemos la responsabilidad de facilitar todo tipo de integración para distintas dimensiones del proyecto, en los que se pueda marchar a pie, caminando, desplazándose para ver y ser visto, desarrollar relaciones personales, entender órdenes orgánicos, sociales, y arquitectónicos permitiéndonos inspirarnos y comprender la estructura que hay detrás de cada momento que entrega el movimiento.

 
 
 

Imagen aérea Colegio Eduardo de la Barra, Peñalolén, Santiago (2014) El vació del colegio destinado al área deportiva y juego, se relaciona con el área de la cancha pre-existente del barrio, con el objetivo de generar vínculos prográmaticos, otorgándole al paño de la comunidad una relación visual más generosa.
Fotografía: Nicolás Saieh

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