Tras haber tenido una experiencia similar, habilitar un edificio existente e incorporar una obra nueva, el caso de Centro Educacional Mariano Egaña en el año 2010. La Corporación Municipal de Educación y Salud de Peñalolén CORMUP, nos invita a concursar en la propuesta de la rehabilitación del Centro Educacional Eduardo de la Barra, proyecto sello del Ministerio de Educación, los que se enmarcan en el Plan de Fortalecimiento de la Educación Pública. A través del nuevo proyecto, se busca evitar el posible cierre, por efecto de la baja en matrículas y rendimiento académico.

Lugar de emplazamiento

Ubicado en el sector de la Villa San Luis de Macul, comuna de Peñalolén, Santiago, Chile.

Es necesario reforzar la localidad de sus habitantes, entre ellos se diferencian por los que vienen de la Avenida Las Torres (avenida vial de oeste-este) y los de la Villa San Luis, el sector de la copa. La conversación con los futuros usuarios, establece una de las estrategias proyectuales, desarrollar una fachada que permita orientar el edificio de manera coherente en relación a la localidad, donde la forma permita acceder sin hacer diferenciación en las distancias de acceso entre localidades. El objetivo es que la comunidad se sienta integrada con la propuesta y se apropie al edificio.

Características generales del proyecto

El proceso de diseño incorpora nuevos estándares de calidad, con un especial énfasis en mejorar las condiciones de habitabilidad y confort interior. El establecimiento tiene una capacidad para 180 párvulos de nivel prebásica, y 1.080 alumnos en nivel básica y media, funciona en Jornada Escolar Completa, contempla un enfoque técnico profesional, impartiéndose la especialidad de gastronomía y hotelería, para tal efecto, el proyecto incorpora talleres especializados, además cuenta con laboratorios, cancha, comedor, gimnasio cerrado con multicancha reglamentaria y 3.900 m2 de patio. 

Sobre la construcción, se evalúo recuperar y hacer uso de uno de los pabellones (857,57m2) considerándolo como una obra gruesa a la cual se le incorporan las terminaciones del proyecto completo y se le hacen las demoliciones necesarias en la losa, para las vías de comunicación.  

Uno de los requerimientos necesarios para la educación básica y media es distinguir los espacios para cada área, se determina añadir una pieza al edificio que permitiera proporcionar el control y seguridad necesaria para ambos escenarios. En un comienzo se piensa en “una gran galería frente al escenario” el patio común. Esta idea se formó a partir de la forma de un caracol, en su “función oblicua”, este fragmento articula la obra gruesa existente con la nueva, sosteniendo la circulación, vinculando la relación entre la sala de clases y el patio. Este programa logra arbitrar esta condición de controlar/vigilar mediante un recorrido que se despliega en pendiente, el que permite ver y ser visto, desde cualquier punto de vista.  Esta pieza, la rampa en espiral es la característica del proyecto, la que establece un vínculo físico y visual recurrente, entendiéndose como recorrido continuo frente a la cancha. 

Referencial local, material, universal y programática. 

Hemos sido estimulados por el poder de este elemento arquitectónico en sus distintas dimensiones y funciones, tanto prácticas como estéticas: “…Tim Nugent, nacido en 1923, declaró la necesidad universal de adaptar la rampa para facilitar todo tipo de cuerpo de humano (…) Trabajó por más de 40 años en el proyecto 117.1 para establecer pautas de diseño arquitectónico dedicadas a los discapacitados, lo que impactó en la arquitectura en todas partes. Cuanto más prolongada sea la rampa, mejor. Nugent sugirió una inclinación máxima de 1:10, un grado científicamente determinado y viable para más del 90% de los usuarios de sillas de ruedas, a menudo bajado aún más para permitir un acceso más fácil (…) Claude Parent declaró la posibilidad de adaptar el cuerpo humano a vivir en rampas cada vez más extremas. Trabajó por más de 60 años en la ‘Función Oblicua’ por el establecimiento de una nueva arquitectura y urbanismo dedicados a vivir en desnivel, lo que tuvo un pequeño impacto en la arquitectura. Cuanto más inclinada la rampa, mejor. Parent sugirió una inclinación de un 50 por ciento, el límite de la adhesión humana”. Esta condición pendular, de lo normativo a lo estético planteada en la cita anterior, ha determinado tipologías de recorridos en nuestros proyectos con ambas intenciones filosóficas, tanto en su dimensión programática, funcional y estética, articulando diferentes aspectos de enseñanza en los usuarios.